¡Qué bien me siento! ¡Cuánto he aprendido!

«¡Qué bien me siento! «
«¡Cuánto he aprendido contigo!»
«¡Muchas gracias por ayudarme!»

Llegan las vacaciones y con ellas las despedidas y los comentarios. Por eso el artículo de hoy lo escribo en relación a los temas que hay detrás de esos comentarios de pacientes, tan gratificantes para mí. Y al final os hago un listado de artículos relacionados. ¿Empezamos?

«¡Qué bien me siento!»

Cuidar nuestra alimentación y nuestro estilo de vida va más allá de los kilos. Porque sí, los kilos de más y también los kilos de menos nos preocupan, pero el bienestar tanto físico como psíquico no es solo cuestión de peso. Y como ya habéis comprobado, una adecuada alimentación implica BIENESTAR.

«¡Cuánto he aprendido contigo!»

Tras este comentario están las aclaraciones ante las dudas que surgen en la consulta. Y es que hoy en día estamos sujetos a un bombardeo ¿informativo? de lo que es bueno, lo que es malo, de lo que «detoxifica» (que noooo), de lo que «disuelve la grasa» (que tampocooo), de mejor sin gluten… en fin, ¿qué os voy a contar?

A veces, la «información» es de tipo publicitario (marketing encubierto) pero otras veces se me escapa el interés o la intención que puede haber detrás de un titular, como este: «Esta es la única fruta que se puede comer por la tarde». ¿De dónde salen estos mitos y bulos? ¿Por qué? ¿A quién benefician? Información inadecuada que campa a sus anchas. Y es que está tan de moda hablar de alimentación, de comida, de saludable (algunos lo dicen en inglés: healthy), que estamos un poco, bastante, muy perdidos.

Recuerdo una vez que después de haber hablado de este tema en la consulta, un paciente me dijo:

«Llevaba tiempo viendo que en algunos anuncios de comidas a mi parecer no muy saludables, aparecía abajo una dirección de internet: www.habitosdevidasaludables.com. La tecleé en mi ordenador y parecía que tenía buena pinta. Hasta que me metí en una pestaña que ponía Empresas Adheridas (esta es la pestaña a la que se refiere: http://www.habitosdevidasaludables.com/empresas.php ) y… ¡Qué desfachatez! Me encontré con empresas alimentarias que quieren promocionar sus productos al amparo de «hábitos de vida saludables».

Pues sí, muchos de los anuncios que incluyen la dirección web antes mencionada, añaden también una frase como, come más fruta o verdura, o, haz ejercicio físico, como si incluir la frasecita haga de varita mágica para convertir lo inadecuado en adecuado.

En otras ocasiones hablando de los anuncios de comidas dirigidas al público infantil, os preguntáis:

«¿Cómo no se regula la publicidad a los niños?»

Bueno, sí que está regulada, aquí tenéis el enlace: es el Código PAOS

Y ante la siguiente pregunta:

«¿Y por qué no se cumple?»

Solo puedo deciros que yo también me hago la misma pregunta. ¿Por qué no se cumple este código PAOS? ¿Por qué? ¿Por qué?

En fin, recordemos que aunque haya productos que se llamen digestive, bueno, de la abuela, artesano… la cuestión es que podemos bautizar a un producto con el nombre que se nos ocurra y que por muy bien que suene, un nombre es un nombre, y no una garantía de que algo sea saludable. Porque si busco algo saludable y tengo que leer una etiqueta de más de 5 ingredientes, mejor que no siga leyendo, que no me empeñe ni me esfuerce, que saludable no va a ser. Que venga en grande «sin gluten», «sin azúcares añadidos», «sin químicos», «con vitaminas añadidas», «receta de la abuela»… no quiere decir que sea saludable. (¿os acordáis de este artículo: «Productos alimentarios con sello: ¿aval o reclamo?»)

Recordemos que aunque la mona se vista de seda mona se queda. Prueba a leer la etiqueta del plátano, de las lentejas… ¡Ahhh! que no tienen. Pues saludable.