Los accesorios: esos sutiles detalles que marcan la diferencia

Si estoy comiendo normal

¡Uhhhh! Qué comentario más loco para hablar de dieta, ¿no?

Bueno, pues es un comentario que escucho a menudo.

Normal, ¿qué es normal?

¿Qué entendemos por normal?

Buena pregunta.

En muchos de los casos que veo en la consulta, me encuentro con personas que no es que tengan una alimentación desastrosa o un estilo de comer horrible, en plan hamburguesas, pizzas, bollería a tope o bocatas de chorizo a diario.., aunque también hay casos así.

Pero lo más habitual es todo lo contrario: personas que preparan comidas, que se ocupan de variar, que procuran comer «limpio» y que dicen:

Si estoy comiendo normal; no entiendo muy bien por qué ahora estoy consiguiendo adelgazar si no hay tanta diferencia con lo que yo comía antes.

(aunque, bueno, alguna diferencia sí que suele haber, claro).

Y es que tenemos tan interiorizado el concepto de que para adelgazar tenemos que pasar hambre, comer a disgusto, con culpa, que no nos entra en la cabeza que podemos comer bien, saciarnos, no pasar hambre y además adelgazar.

Así que, ¿dónde está la diferencia?

La diferencia está en lo que yo le llamo los accesorios

Atención a los «accesorios»

Y los accesorios son esas cosas a las que habitualmente les añadimos los diminutivos «ito», «ita»: una galletita, un vinito, un pellizquito de pan, una oncita de chocolate…

Recuerdo que esto de los «accesorios» lo mencioné en la presentación de mi tercer libro y una paciente que asistió al acto vino luego a la consulta y me dijo divertida:

yo me estoy ocupando de prestar atención a los accesorios

Los sutiles detalles que marcan la diferencia

Así que si a ti también te parece que comes normal, que no comes como para engordar o que te estás privando para adelgazar, y aun y todo no ves los resultados que tú esperas, revisa esos pequeños detalles que marcan la diferencia:

¡atención a los accesorios!

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