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7 «detalles» a revisar en tu intento de adelgazar

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7 detalles a revisar en tu intento de adelgazar.

 Tú te cuidas, no te pegas grandes homenajes; ni, de lejos, comes todo lo que te gustaría; además, procuras comer “sano”; y aun y todo, tus intentos de adelgazar no tienen el efecto esperado… 

 En este artículo vamos a revisar algunos de los «detalles» que pueden dan al traste con tus objetivos: 

1. El lunes empiezo

“Todos los lunes me pongo a dieta. Hasta el miércoles, bien; ya me empiezo a salir un poco, el jueves un poco más y como el fin de semana está encima, me vuelvo a proponer otra vez: el lunes empiezo”

¡Ay los lunes…! los lunes es el día en el que empieza la semana. Punto. 

¿Qué tiene de malo empezar el martes por la tarde o el jueves por la noche o el sábado al mediodía?  

Prueba a cambiar de día y a no fijarte en qué día ni a qué hora empiezas la dieta; te ayudará a cortar con ese círculo vicioso de «el lunes empiezo». 

¿Por qué no, ahora mismo, en caliente, según lees estas líneas? 

 2. Me peso todos los días (incluso varias veces al día)

“Yo me peso todos los días, a ver cómo voy” 

Pesarte a diario confiando en que la báscula te diga si vas por el buen camino o no, te conduce a una montaña rusa de alegría y frustración. 

Como ya habrás comprobado en alguna ocasión el número que marca la báscula puede resultar traicionero:

  • haces todo superbién y el número de la báscula marca menos que la vez anterior: Alegría.
  • Pero también puede ocurrir (y lo has comprobado ya en varias ocasiones) que después de un día perfecto, al día siguiente el número de la báscula ha subido: Frustración asegurada.
  • Puede que incluso un día de transgresión no se vea reflejado en ese número (¡qué raro, pero qué bien!): Alegría. 

Alegría, frustración, alegría… Es así. Ya lo has comprobado en mil y una ocasiones. 

Procura no comparar el peso con leer un libro: leyendo el libro, a lo mejor un día no lees y no avanzas, pero no “retrocedes”. Si estoy leyendo un libro, me puedo permitir no leer en unos cuantos días y cuando lo retomo sigo en la misma página donde lo había dejado. Pero con el peso no funciona así.

Si pesarte a diario supusiera que por cada vez que te subes a la báscula vas perdiendo gramos, pues ¡hala! date el gusto de subirte y bajarte de la báscula cuantas veces quieras… pero subirte a la báscula en realidad solo supone ver un número. Como hemos visto: alegría, frustración, alegría…

  3. El fin de semana bajo un poco (un poco solo) la guardia

“Si de 7 días que tiene la semana, 5 hago todo fenomenal (de lunes a viernes) y el fin de semana (2 días) me permito alguna licencia (tampoco un desastre total)… 5 días bien ganarán a 2, ¿no?” 

 Pues ojalá fuera así, pero ya has comprobado que así no avanzas. No te apoyes en esa lógica, no te sirve para lograr tu objetivo. Siguiendo con el símil del libro: si te propones leer un libro de 70 páginas en 7 días, a 10 páginas al día… igual puedes leerla todas de golpe el último día pero, como ya has comprobado, con el peso no funciona así.

 4. Como poco o como ensalada

“Yo como poquito, no como bocadillos ni comidas grasosas. además, todos los días como ensaladas”

Eso que no parece ni que comes (tortitas, miguitas de pan…), ingredientes de tu ensalada como cebolla caramelizada, trocitos de jamón o salsas varias, te arruinan el resultado.

Adelgazar no va de comer poco ni de comer solo ensaladas. Es mejor que te fijes en comer lo adecuado y prescindir de lo no adecuado.

5. Bebo mucho líquido 

“Voy con el botellín de agua todo el día” o «llevo 1 litro de infusión en el termo»

Ojo con forzarte a beber mucha agua. Que el agua ni disuelve ni arrastra la grasa.

Ni cambiar el agua por infusiones. Esas infusiones que saben muuuucho mejor que el agua, que algunas incluso “saben a pastel” (la de frutos rojos, la de con limón, con naranja) esconden o camuflan el azúcar bajo el nombre de extraído de la corteza del limón… 

No te empeñes en beber agua. Basta con que lo que bebas sea agua.

6. Incluyo comidas y bebidas «de las saludables» 

¡Ojo! Que comer o beber algo «nuevo» como kombutcha, kuzu, kéfir, pitahaya o lo que sea que acabas de descubrir no quiere decir que sea «para adelgazar». Genial que incorpores alimentos distintos a tu repertorio habitual, pero, sintiéndolo mucho, no existe el «adelgazante» ni el «antídoto para no engordar».

7. Voy al gimnasio

Todos los beneficios que el ejercicio físico van a aportar a tu salud en general están fuera de duda: clases de zumba, cross-fit, pilates, yoga o series de pesas y aparatos de musculación te harán sentir de maravilla: fortalecerán tus huesos, tus músculos, ganarás en flexibilidad… pero no serán suficientes por sí solos para conseguir tu objetivo de adelgazar si no prestas atención a tu dieta.

 

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3 comentarios
  1. Arantza Martín Garcia
    Arantza Martín Garcia Dice:

    Kaixo Silvia acabo de leer tu nuevo artículo ,el resto que públicas también los releeo,y eso me ayuda a refrescarme y a continuar con todos tus consejos,aunque deje la consulta por motivos externos te sigo leyendo ,y sabes, me ayuda a seguir bajando de peso y seguir ma teniendo lo que he bajado.
    Mil gracias por tu ayuda y acompañamiento en el día a día.

    Deseando tener el libro nuevo

    Responder

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