Me he salido de la dieta. Y ahora, ¿cómo compenso?
Estoy a dieta y me he salido, ¿qué hago para compensar?
¿Hay alguien que no se haya hecho esta pregunta? ¿Y la respuesta? ¿Cuál es?
La magia de la compensación
¿Cómo puedo compensar? ¿Qué puedo hacer para compensar?
Primero, ¿qué es compensar? ¿hacer como que no ha pasado?
Voy con un símil: Yo voy andando por la calle, me choco con una farola y me doy un golpe en la nariz. ¿Cómo lo compenso? ¿Cómo hago para evitar el daño que me ha producido? Si doy un paso atrás, ¿será como si no me he dado el golpe? Me temo que no. El golpe me lo he dado ya. ¿Existe algo que como por arte de birlibirloque haga que mi nariz esté como si no hubiera sufrido ese golpe? Como no sea un regreso al pasado…
Pues con lo que he comido pasa lo mismo. Lo que he comido, me lo he comido ya. No existe un antídoto que lo «neutralice», lo «deshaga» o lo «compense».
La diferencia es que no me culpo por el golpe en la nariz, sino que pienso que la próxima vez pondré más atención para no chocarme contra la farola. Y, sin embargo, el haberme salido de la dieta me genera una gran sensación de culpabilidad y procuro quitármela recurriendo al castigo de la compensación.
El castigo de la compensación
Existen innumerables variantes de este tipo de castigo:
- luego no ceno. Y así, compenso lo que he comido de más.
- pues mañana como solo fruta durante todo el día. Y así compenso.
- pues luego me como 2 frutas en vez de cenar. Y así, compenso.
- por la noche tengo una cena, y para compensar, al mediodía como muy poquito.
- como luego no voy a cenar nada para compensar, pues ahora aprovecho y como sin filtro.
- no como casi entre semana para poder saltarme la dieta el fin de semana. Y así compenso.
- mañana hago un poco más de ejercicio. Y así, compenso.
- …
- …
Entre la gente que tras un exceso al mediodía no cena y listo, podemos encontrar 2 tipos: Los que no cenan porque no sienten ninguna gana de cenar, y los que no cenan imponiéndose un autocastigo al que le llaman «para compensar». Consecuencias:
Para los que no tienen ganas de cenar, ninguna.
Para los del autocastigo, varias: más hambre al día siguiente, confusión y decepción por no adelgazar lo que esperaban y en muchas ocasiones un círculo vicioso difícil de romper: exceso, privación, exceso, privación… acompañado de un horrible sentimiento de culpabilidad.
Para lo único que ha servido esta «compensación-castigo» ha sido para minimizar el sentimiento de culpa. Punto. Antes me sentía culpable y ahora ya no. ¿Y para adelgazar? ¿Para bajar más de 2 kilos? Sí, puede que tu amiga haga estas compensaciones, pero ¿tu amiga tiene el mismo apetito que tú? ¿tu amiga come de la misma manera que tú?¿tu amiga necesita adelgazar?
Conclusión
La respuesta a la pregunta con la que he empezado este artículo, Me he salido de la dieta. Y ahora, ¿cómo compenso?:
La mejor «compensación» que podemos hacer si nos salimos de la dieta, es: Tachán, tachán…. ¡Volver a retomar la dieta cuanto antes! Y olvidarnos de las «comidas anticulpa»: descremados, productos light, alimentos «adelgazantes»…
Nuestro organismo no es una ciencia exacta, así que mejor nos olvidamos de cálculos matemáticos. Podéis leer el artículo «Matemáticas para adelgazar» pinchando sobre el título.
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Vamos q no lo dices….jaaajjaaa
En el penúltimo párrafo: Volver a retomar la dieta cuanto antes.