Si quieres dulce, que sea con azúcar

Si quieres dulce, que sea con azúcar.

Sí, has leído bien. Si quieres dulce, que sea con a-zú-car.

Pero… ¿azúcar-azúcar? Sí, azúcar.

¿Azúcar?

Y ¡ojo! que esto no quiere decir que te recomiende tomar azúcar.

Es más que probable que sepas que un exceso de azúcar no es conveniente para nuestra salud. Sabrás también que la recomendación es de no superar los 25-30 gramos de azúcar al día. Y, como tu salud o tu peso te importan, te decantas por tomar edulcorante con el café y por productos que lucen en el paquete sin azúcares añadidos, cero azúcar o algo por el estilo.

Y vengo yo ahora a decirte que si quieres dulce, que sea con azúcar. Veamos porqué:

Sin azúcar, cero azúcar, sin azúcares añadidos

Estas etiquetas están a la orden del día. Incluso igual las buscas tú a propósito pensando que compras un producto más saludable.

¿Qué quiere decir sin azúcar? Sin azúcar quiere decir: sin sacarosa, es decir, sin el azúcar de mesa. Y ya.

Así que se sustituye el azúcar por endulzantes varios. El listado es enorme y entran desde edulcorantes llamados artificiales hasta otros bajo el nombre de naturales, incluso con algo que parece tan saludable como corteza de limón, zumo de zanahoria negra concentrado o azúcar naturalmente presente.

Aquí te pongo un listado de algunos ellos, apuntados de una selección de productos en mi última visita al supermercado:

maltodextrina, jarabe de azúcar invertido, dextrosa, hidrólisis de almidón de maíz, de trigo de cebada, néctar de agave, concentrado de zumo de fruta, extracto de malta de cebada, eritritol, acesulfamo k, maltitol, xilitol, aspartamo, alulosa, adventame, neotame, corteza de limón, pasta de dátil, zumo de zanahoria negra concentrado, miel, sirope de arroz integral, sirope de glucosa, sirope de caramelo, azúcar caramelizado, jarabe de oligofructosacáridos…

Y hay muchos más, pero no te voy a liar, no hace falta que te los sepas de memoria.

Efectos de los «sin azúcar»

Al principio, los productos sin azúcar se comercializaron para personas con diabetes o para personas con problemas de peso. Pero, a lo largo del tiempo se ha ido conociendo más sobre sus efectos en el cuerpo.

Ahora sabemos que, que algo no aporte calorías no significa que no tenga un efecto en el organismo. Quizá alguna vez me hayas oído este ejemplo:

«El agua no aporta calorías; y, sin embargo, uno de sus efectos es que calma la sed». Tiene un efecto en el cuerpo, por consecuencia en nuestra salud, al margen de su contenido calórico.

Pues el resto de sustancias también. Incluso los endulzantes «sin calorías».

¿Y cuáles son esos efectos?

Estos son algunos de ellos:

alteración de la regulación de la glucosa inducida por cambios en la microbiota.
cambios en el cerebro: interferencias con la regulación del apetito y alteración del circuito de recompensa (Mi «querido» demonito)
mayor apetencia por el dulce
problemas digestivos, desde flatulencias a cambios en el ritmo intestinal
inflamación crónica de bajo grado
alteraciones del peso

Conclusión

Es tarea cuasi imposible estar al tanto de todos los nombres bajo los que se puede esconder que tiene azúcares o endulzantes. Y de todos ellos, ¡cuanto menos, mejor!

Los encontramos en tisanas, postres lácteos, galleteríos, refrescos, aguas de sabores, helados…

Si sabe dulce, si sabe a pastel, si sabe a caramelo de goma… aunque en el etiquetado venga destacado, en letras coloridas y grandes, sin azúcar o sin azúcares añadidos, si es dulce… ¡blanco y en botella!

Como te decía al principio, yo no te voy a recomendar que tomes azúcar. Solo que si sabes que algo tiene azúcar, (un pastel, un bizcocho, una tarta), seguramente los tomes menos a menudo, sabiendo que lo que tomas forma parte de algo excepcional (una celebración, un porque sí) y no algo de diario.

Es por eso, que si quieres dulce, que sea con azúcar.

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