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El «injusto» metabolismo

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El «injusto» metabolismo. ¡Ese! Ese que hace que yo tenga facilidad para engordar.

Cuántas veces oigo en la consulta: No es justo, qué injusto, pues qué raro, no lo entiendo… en relación al metabolismo.

Qué envidia da quien come tooooodo lo que le da la gana y no engorda. ¿Verdad? Yo como lo mismo que tú, yo engordo y tú no. ¡No es justo!

«Sobre lo injusto que es el metabolismo» y otras cuestiones que tratamos a menudo en la consulta ha escrito la periodista Josune Díez Etxezarreta en su artículo «Mi cuerpo» publicado esta semana en el Diario Vasco.

Tras una breve introducción que hace la autora evocando recuerdos infantiles, alude a galletas y dulzainas para desayunar, la sabiduría del cuerpo, la injusticia del metabolismo, el ejercicio, la talla…

Es muy probable que como sigues este blog a ti también te interesen estos asuntos, así que voy a ir comentando algunos de ellos en este artículo. Al final encontraréis un apartado con otros artículos que os pueden resultar también de interés.

1. Magdalenas, galletas y dulzainas varias

Descubro, en un recorrido por el súper, que mi amiga Pilar coge paquetes, tamaño familiar, de esas dulzainas y otras «cosas para desayunar». Si ya no tienes hijos en casa, ¿quién desayuna eso?, le riño envidiosa.

  • «Cosas para desayunar» – Me ha parecido muy acertado que haya utilizado el término «cosas»; ella le llama «cosas» a lo que yo llamo comestibles: aquello que se puede comer, y que con toda probabilidad estará rico o muy rico, pero que no se le puede llamar alimento, porque no aporta nutrientes de calidad para nuestro cuerpo; no es COMIDA. Ya sabéis, COMIDA, la que nace, frente a comestible, lo que se hace (fabrica).
  • En cuanto a lo de «para desayunar», me gustaría aclarar que podemos desayunar cualquier COMIDA que se nos ocurra: lentejas, acelgas, trucha o gazpacho… por muy extraño que nos suene.

2. El injusto metabolismo

Sobre lo injusto que es el metabolismo de cada cual ante ingestas similares suelo meditar más en estos meses críticos previos a la desnudez veraniega

  • Injusto, tremendamente injusto… lo que nos toca a cada uno por obra y gracia de nuestra particular genética. Como también es cuestión de genética que a mi me haya tocado tener ojos marrones y pelo rizado, y no ojos verdes y pelo liso. Genética, también.
  • Y respecto a estos meses críticos previos a la desnudez veraniega, me gustaría recordaros que las prisas por adelgazar muchas veces acaban con resultados indeseados.

3. Tu cuerpo es sabio

Tu cuerpo es sabio, te dice la asesora nutricional. Te dice esto o algo así: si estás haciendo dieta y de repente te la saltas, él hace acopio de las grasas y calorías porque teme que le vuelvas a tener a raya de morcilla y croissants. Y se las guarda por si acaso.

  • Así es, el cuerpo puede ser sabio pero en este caso el sabio este no sabe si tú quieres adelgazar o no hay comida para darle; así que lo que hace es que aprende a subsistir con menos. Y cuando le vuelves a dar la morcilla y los croissants, los lleva a las reservas para poder echar mano en otro período de escasez…»se las guarda por si acaso».
  • Pero, ¡ojo! Que dentro del término grasas, también las hay de las buenas e imprescindibles, y sumar y restar calorías desvía nuestra atención de la importancia de distinguir entre COMIDA y comestibles (o cosas).

4. Premio Nobel

Por eso creo que algún premio Nobel debería investigar…

Si, muchos de los Nobeles y otros científicos investigan y estudian muchos procesos del cuerpo pero como curiosidad os diré que un aspecto íntimamente relacionado con la comida viene de la mano de un Premio Nobel de Economía y su teoría del empujón, ese impulso que necesitamos para tomar decisiones que nos beneficien a largo plazo: que si en lugar de tener magdalenas a la vista tenemos unas cerezas…

5. Lo que no me comí

… por qué ese cuerpo sabio, tan listo, no se da cuenta – y me recompensa- por el bocata de txistorra que no me comí en Pasaia viendo los veleros antiguos o por las croquetas que dejé pasar en la fiesta de mi prima Paz y solo me zampé dos. Solo dos.

Ese cuerpo sabio, tan listo… Sí, así es; es tan listo que entiende de lo que entra. Tan listo y a la vez tan tonto; que de lo que no entra, ni entiende. Así que no podemos esperar recompensa por no haber comido el bocata de txistorra ni por las cinco croquetas que dejé pasar; a él le han llegado 2 croquetas, dos; esa es la información que él recoge.

6. El ejercicio físico

 Ya ves, a otras les pasa como a Helena, que dice: «Mi cuerpo me aplaude todas las mañanas cuando voy al gimnasio».

El cuerpo le aplaude a Helena y a Pepa, Manuel y a Alberto. Porque el cuerpo de eso sí que entiende. Tooooooodo el ejercicio o actividad física que podamos hacer, bienvenido. En cuanto a SALUD, en general, solo tiene ventajas, beneficios: para el manejo de la glucosa, de la tensión, de la musculatura, de los huesos, del bienestar en general; ahora, que si el objetivo está en bajar de peso, más vale que nos centremos en qué estamos comiendo.

7. María del Monte

Yo estoy más con María del Monte, cantante y talla XL bien lucida, a la que le preguntan si le gusta la lencería sexy: «A mi lo que me gustan son las gambas de Huelva»

Olé por ella, olé y olé por María del Monte, una experta en torear preguntas incómodas o impertinentes.

Y otro olé por las gambas de Huelva… (¡psssss!, son COMIDA, no «cosas»)

Otros artículos relacionados:

El artículo «Mi cuerpo»:

 

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