Sabiduría nutricional

¿Cómo sé yo si lo que como me proporciona los nutrientes que necesita mi cuerpo?

¿Cómo sé si le doy lo adecuado, si le doy de más o no le doy lo suficiente? ¿Si le doy el calcio justo, si le doy demasiado selenio o no le doy la suficiente vitamina C?

Esta es una cuestión que sale a menudo en la consulta: ¿Estaré dándole a mi cuerpo todos los nutrientes que necesita? ¿Me faltará algo?

¿Cómo puedo tener esa sabiduría nutricional?

Macronutrientes y micronutrientes

Como ya sabemos, los nutrientes son los componentes de los alimentos que el cuerpo utiliza para poder realizar sus muchas funciones. Les llamamos macronutrientes a los que necesitamos en mayores cantidades: los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Y las vitaminas y los minerales (selenio, hierro, calcio, potasio…) son los micronutrientes, igualmente necesarios aunque en menores cantidades.

¿Pero cómo sabemos si le damos los nutrientes adecuados o no? Acaba de publicarse un interesante artículo sobre este asunto: Micronutrientes y elección de comida: Sabiduría nutricional en humanos.

Unos investigadores han llevado a cabo estudios sobre lo que llamaríamos sabiduría nutricional; sabiduría que los animales parecen tener y que nosotros, los humanos, también tendríamos. Una capacidad innata para elegir los alimentos que nos proporcionan los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.

Parece ser que ante una variada selección de alimentos elegiríamos aquellos que aportan micronutrientes complementarios; es decir, que tenderíamos a incluir comidas diferentes que nos aportaran todos los distintos micronutrientes y evitaríamos la monotonía que nos haría caer en un exceso o déficit de algunos de ellos. ¡Qué curioso!

Y todo ello sin necesidad de estar pensando en que un alimento es bueno porque tiene selenio o buscar en el superalimento de moda un elixir de salud.

Esta sabiduría nutricional sería lo que ha permitido que a pesar de que los humanos habitemos en diferentes territorios, con alimentos distintos según clima y condiciones de terrenos y de aguas, con una amplia variedad de alimentos y con diferentes culturas gastronómicas sigamos existiendo como especie.

¿Cómo si no hemos llegado los humanos hasta el siglo XXI., sin haber siquiera sabido de la existencia de esos micronutrientes y mucho menos de la cantidad que necesitábamos?

Gracias a esa sabiduría nutricional, nuestros antepasados han sido capaces de ir combinando alimentos para hacer comidas saludables. Y, aunque hoy en día, nuestros organismos andan un poco alterados por la irrupción de los ultraprocesados y nuestro estilo de vida, podemos confiar en la herencia recibida y con ella establecer un patrón de alimentación saludable si comemos frutas, verduras, legumbres, frutos secos, carne, pescado…

Conclusión

En la actualidad, en el entorno en el que vivimos, podemos dar gracias a que tenemos al alcance una gran variedad de alimentos. Basta con fijarnos en comer la mayor variedad posible, sin confiar en que uno solo va a tener unas maravillosas y milagrosas propiedades.

Para darle a tu cuerpo todos los nutrientes que necesita confía en la sabiduría nutricional en el siglo XXI:

Come alimentos variados, come ordenado y come COMIDA.

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