Los sustitutos del azúcar
¿Qué pasa con los sustitutos del azúcar? Como su aporte calórico es cero o prácticamente nulo, serán mejor que el azúcar, ¿o no?
Ya sabemos que tenemos que vigilar el contenido de azúcares que tomamos, tanto el que añadimos como el que está oculto. Y lo intentamos pasándonos a los sustitutos del azúcar, que, además casi no aportan calorías. Echamos sacarina al café, tomamos productos «sin azúcar», refrescos «light», y es que además nos los promocionan como adecuados no solo para no engordar sino los más atrevidos incluso para adelgazar. Su uso se ha extendido tanto que se han convertido en los aditivos alimentarios más utilizados. Aunque desde el punto de vista de la seguridad alimentaria no hay problema (no nos van a provocar cáncer), hay otros aspectos relacionados con ellos, como su papel en el peso, que no están muy claros y que siguen siendo objeto de estudio.
Porque en el cuerpo humano, que algo no contenga calorías no quiere decir que no produzca ningún efecto en el organismo. Y la sospecha de que «algo» ocurre lleva a que algunos científicos investiguen sobre ello.
En un estudio publicado en la revista Nature demostraron que algunos sustitutos del azúcar como el aspartamo, sucralosa y sacarina producen una intolerancia a la glucosa (estado de pre-diabetes) en humanos y una alteración de la microbiota (flora intestinal), de tal manera que se favorece el crecimiento de algunos microbios que son capaces de aprovechar más lo que comemos, produciendo una mayor absorción de nutrientes, como si comiéramos más (ver más artículos abajo). Y en otros estudios (Cell Metabolism), a través de diferentes mecanismos, se concluye que los sustitutos del azúcar (edulcorantes artificiales y naturales) producen un aumento del apetito y de la apetencia por el dulce. Así, estos sustitutos del azúcar paradójicamente pueden estar contribuyendo al sobrepeso.
Sea por la razón que sea, algo debe de haber porque si no no tendría mucho sentido que siguieran investigando sus efectos, ¿no?
Y ahora 2 preguntas:
- 40 grados a la sombra, un calor que torra, ¿me pongo una chaqueta de lana o un abrigo, un plumífero, una manta…?
- Me voy a tomar un café, ¿le añado azúcar, aspartamo, sucralosa, estevia?
Y en ambas, la respuesta más adecuada es: mejor nada
Todo ese arsenal de productos «de régimen», «para adelgazar». ¿Y si en vez de ayudarnos a adelgazar tienen el efecto contrario?
¿Os acordáis de estos artículos?:
¡Ojo con los azúcares ocultos!
Más sobre el azúcar: ¿Blanco, moreno…?
Actualización 2 octubre de 2018: https://neurosciencenews.com/artificial-sweetener-microbiome-9935/
http://www.scientificamerican.com/article/how-artificial-sweeteners-may-cause-us-to-eat-more/
http://time.com/4323328/aspartame-artificial-sweeteners-sugar/?xid=tcosharehttp://time.com/4323328/aspartame-artificial-sweeteners-sugar/?xid=tcoshare
Pero¿cuánta sacarina te tienes que meter entre pecho y espalda para que se produzcan esos efectos negativos en tu organismo? ¿Todo esto no es un poquillo exagerado?
Ojalá fuera exagerado. Un consumo continuado de estos productos, que es muy habitual, puede producir los efectos descritos. Una sola pastilla no.
Me leeré con calma los artículos que has enlazado. Yo suelo tomar esos sustitutivos, los llevo tomando muchos años. Yo creo que, como en todo, la moderación es clave. Igual que ponernos hasta arriba de ensalada no puede ser nada bueno.
El conocimiento avanza y esto es lo que sabemos a día de hoy. Me alegro de que te entre la curiosidad y leas los artículos que enlazo.