El peso, una vez a la semana: no más, no menos
El peso, una vez a la semana: no más, no menos.
Sabéis que esta es una de las recomendaciones más importantes que os hago en la consulta. Y ahora que vamos recuperando nuestras ganas de cuidarnos para sentirnos bien otra vez, vamos a darle a la báscula la atención que requiere: ni más, ni menos.
¿Por qué y para qué os iba a recomendar no pesaros a menudo si no fuera importante?
Si por el mero hecho de subir a la báscula el peso fuera bajando aunque sea de gramo en gramo, pues entonces sí, venga a subirnos a la báscula una y otra vez, todas las veces que podamos, cuantas más mejor, en bucle, sin parar…subobajosubobajosubobajo… Pero la realidad es que el trabajo que hace nuestro cuerpo no depende de subir más o menos veces a la báscula. Y nuestro humor y estado de ánimo sí que pueden verse afectados por los gramos o kilos.
Veamos:
Solo una vez a la semana
Si tu objetivo es adelgazar.
Pesarse a menudo, todos los días, varias veces al día es como para volver loco a cualquiera, y más a quien quiere adelgazar. Es probable que ya lo hayas comprobado en más de una ocasión. Y no, no es que tu cuerpo se haya vuelto loco ni que te pase nada raro; es normal, le pasa a todo el mundo, solo que quien no se pesa tan a menudo no ve esas variaciones.
Por no hablar de esa relación amor-odio con la báscula (peso amigo-peso enemigo, mi amiga báscula-cochina báscula…) y con la autoestima (subidón-bajón, me como el mundo-no valgo nada…)
Pésate solo una vez a la semana, en la misma báscula y en las mismas condiciones. No más.
Todas las semanas
Si tu objetivo es mantener el peso.
Importantísimo. Porque no hay manera de saber el peso sin pesarnos. Para saber si vamos bien o necesitamos alguna corrección.
Si antes he dicho una vez a la semana, no más; ahora añado, una vez a la semana, no menos.
El peso, un dato
El peso es un dato a tener en cuenta, claro. Pero hay veces en las que se dan incongruencias; sí, incongruencias, a veces en sentido positivo y otras veces en sentido negativo; también es normal.
Así que yo os recomiendo darle al peso su sitio. El valor del peso, es un número, un dato. Un dato más; otros datos muy a tener en cuenta y que reflejan que la dieta va bien te los da tu ropa, la sensación de menos abotargamiento, de menos pesadez, de menos cansancio, de más ligereza, agilidad, de más energía, de dormir mejor…
Es importante valorar los datos en su conjunto y no de manera aislada. Esa mente, que a veces te juega malas pasadas, te lo agradecerá.
Nos guste o no, nuestro cuerpo no funciona como las matemáticas y cuando estamos a dieta para adelgazar, es más difícil dejar de pesarse que hacer bien la dieta.
Calma, que todo llega. El peso, una vez a la semana: no más, no menos.
Para terminar, hoy os regalo el capítulo 2 de mi libro «El peso, ¡por fin, mi amigo! Las claves para adelgazar y mantenerte»: Mito 2 – El peso, la máquina de la verdad, en el que podéis encontrar más cuestiones sobre el peso.
Durante el confinamiento os regalé otros 2 capítulos de este libro. Los podéis encontrar en estos artículos:
- Capítulo 3 en «La dieta en tiempos del #YoMeQuedoEnCasa»
- Capítulo 9 en «Confinamiento y dieta ¿Me he caído? ¡Pues me levanto!»
- Libro: «El peso, ¡por fin, mi amigo! Las claves para adelgazar y mantenerte»
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Hola Silivia. Hace tiempo que no contesto a tus articulos. Que sepas que los sigo con mucho entusiasmo. Agradecerte tus recomendaciones y una vez mas decirte que es un placer contar contigo.
Muchas gracias por tu comentario Charo. ¡Un abrazo!