Compensar y contrarrestar las celebraciones navideñas
Compensar y contrarrestar las celebraciones navideñas.
Ya ha llegado el 7 de enero, o el 8, o el 9, o es lunes ya. Fin de las celebraciones navideñas. Reyes, roscón y regalos.
Y entre los regalos, a veces, unos kilos de más.
» Yo hoy ya me he dejado las acelgas preparadas para comer al mediodía. Un plato de acelgas y ya»
» Ayer ya no cené más que fruta y un yogur. Y hoy solo he tomado un café»
«Y mañana ya empiezo con el ejercicio»
Parece un buen planteamiento, ¿no?
Bueno, puede ser adecuado para quien acaba harto, saturado y empachado de salirse de las comidas habituales y está deseando volver a encontrarse bien. El come menos y muévete más de toda la vida; sí, les sirve a esos que andan 2 kilos arriba, 2 kilos abajo. Y además lo hacen gustosos, lo necesitan para sentirse bien.
Pero, si el objetivo de estas «compensaciones-castigos» es adelgazar, el resultado no suele ser el deseado.
Compensaciones-castigos
- «Yo hoy ya me he dejado las acelgas preparadas para comer al mediodía. Un plato de acelgas y ya». 5 de la tarde… ¡qué hambre!… me tomo un café con leche, cojo una galletita, ahora un trocito de pan, unos cacahuetitos… Y a lo mejor, alguna cosita más, porque total, ya que me he salido de mi «plan», ya empezaré mañana «bien» otra vez. O sea, mañana me vuelvo a castigar.
- «Ayer ya no cené más que fruta y un yogur. Y hoy solo he tomado un café». Y tengo ya un hambre…
- «Y mañana ya empiezo a hacer ejercicio». Lo del ejercicio estupendo. Solo que el ejercicio solo no es suficiente para adelgazar. Y a veces, después de hacer ejercicio, entra un hambre…
¿Qué tienen en común estos 3 ejemplos de compensaciones-castigo?
El HAMBRE. Y pasar hambre no es sinónimo de adelgazar. Que podemos pasar hambre, comiendo poco, muy poco o casi nada y encima, no adelgazar. Que el hambre es un motor muy potente que nos empuja a buscar algo de comer. Y podemos acabar comiendo lo primero que tengamos a mano.
Está muy bien comer acelgas hoy (o brócoli o coliflor o berza o puerros) si es que te gustan las verduras. Pero no te quedes solo con eso porque ya sabemos qué pasa cuando aparece el hambre. Tampoco confíes en no cenar o en comer piña o agua con limón. ¿Son malos? Tampoco, pero adelgazar, no adelgazan.
El gran mito: Come menos, muévete más
Que sí, que podemos comer bien, no pasar hambre y bajar de peso. Y para eso, mejor nos olvidamos de las matemáticas y de los cálculos mentales. Nos olvidamos del gran mito de, para adelgazar, come menos y muévete más.
Aquí te dejo otros artículos relacionados:
- Me he salido de la dieta. Y ahora, ¿cómo compenso?
- ¿Come menos, muévete más?
- Operación bolita y cura detox postvacacional ¿…?
- Dietas hiperrestrictivas, dietas «milagro» para adelgazar
- El ejercicio físico y la pérdida de peso
- El ejercicio físico no compensa una mala alimentación
- Matemáticas para adelgazar
- El antídoto para no engordar
- COMIDA para adelgazar o… Para adelgazar, COMIDA
Egunon.
Me gusta el planteamiento y la explicación que das.Lo mejor,según entiendo de ello,es retomar la alimentación diaria,sin eliminar nada,osea,volver a la normalidad.Buen consejo,los atajos no son buenos en la dieta.
Gracias.
Un saludo.
Orden y rutina son los grandes aliados. Un saludo Enara