El mantenimiento
La alegría reflejada en la cara… ya ha llegado ese momento tan soñado, tan anhelado. Ya he adelgazado.
Pero… ahora es ahora, y es a partir de ahora cuando tengo que aprender a mantener mi peso. Sí aprender a mantenerlo, porque por arte de magia no me convierto en Manolita ni en Manolito (esos a los que tanto envidio porque nunca engordan).
Imaginemos un muelle (como el de la foto) y lo asemejamos al peso.
El muelle de arriba. Manolita y Manolito son personas cuyo peso permanece estable a lo largo del tiempo. Un muelle que no está en tensión y que sus extremos están fuertemente anclados en rocas bien firmes (genética favorable, buenos hábitos de alimentación y actividad física, manejo correcto de emociones y ansiedad).
El muelle de abajo es un muelle que se va tensando, estirando, Pepita y Pepito, que están a dieta para adelgazar. El muelle se estira, la persona adelgaza. Pero si los anclajes del muelle no son firmes (en vez de roca, un terreno arenoso), el muelle otra vez tiende a volver a su estado original (Pepita y Pepito volverían a engordar). La estabilidad de los anclajes depende tanto de la genética, como de los hábitos alimentarios, de la actividad física y la respuesta a las emociones. Una vez que hemos adelgazado, tenemos que asegurarnos de estabilizar continuamente nuestros anclajes, nuestro terreno arenoso, porque si no, el muelle se puede ir replegando en sí mismo (engordando).
Sin embargo, otras personas como Juanita y Juanito, aunque no tienen buenos hábitos no engordan porque aunque los anclajes no sean tan firmes como una roca, el muelle no está en tensión.
Así que si yo soy como Pepita y Pepito, (el muelle estirado), aunque haya adelgazado, necesitaré estar pendiente e ir apuntalando los anclajes ya que no son una roca sólida y mi muelle está en tensión.
Cuando alguien me pregunta en la consulta: ¿Tengo que estar siempre a régimen? Hombre, no como si quieres adelgazar, pero tendrás que aprender a convivir con un cierto cuidado si quieres mantener lo perdido. Recuerda que tú no te conviertes en Manolita, Manolito, Juanita ni Juanito, por el mero hecho de haber adelgazado y que tampoco existe el antídoto para no engordar, ¿te acuerdas? (Pinchando aquí puedes leer el artículo «El antídoto para no engordar.
Durante el tiempo que has estado a dieta para adelgazar es fundamental haber aprendido en el camino la importancia de unos buenos hábitos, y no considerar que es un paréntesis en tu vida tras el cual vas a volver a la situación en la que estabas antes.
Aquí os dejo unos artículos relacionados con este tema (pinchando sobre ellos):
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