Dormir bien para no engordar. ¿Te apuntas?
Sí. Parece que dormir está de moda o va a estar de moda. Ya veréis cómo no tardaremos mucho en oir en todas partes la importancia que tiene el dormir bien, el dormir un adecuado número de horas. ¿Que por qué? Bueno, es evidente que para descansar, pero además porque el sueño contribuye a que nuestras funciones mentales se desarrollen correctamente y también a que nuestro organismo funcione bien. Pero esto ya lo sabemos, ¿verdad? ¿Y sabemos también la importancia que tiene el dormir en la regulación del peso corporal?
Tanto si dormimos pocas horas, como si dormimos muchas, las siestas, trabajar de noche, influyen en el metabolismo. (Pincha para leer el artículo «El metabolismo»). El tiempo dedicado al sueño afecta a la producción de unas cuantas hormonas que tienen relación con el apetito y además aumenta la apetencia por la comida hedónica. (¿Os acordáis del artículo «Hambre y placer»?). Todo ello está asociado con una facilidad para aumentar peso, así como de interferir con el adelgazamiento.
A ver si os reconocéis en alguna de estas situaciones:
- Al día siguiente de una noche de trasnoche, ¿no habéis sentido antojos de comida? ¿ganas de comer patatas fritas, bollitos, galletas, chocolate, refrescos? Vamos, comida que se come sin cubiertos. Claro que también apetece más por las pocas ganas de cocinar y de sentarse a la mesa (después de una noche de juerga, comer tumbado en el sofá delante de la tele es mucho más apetecible que arrastrarse hasta la mesa).
- Si por las noches, después de cenar, me engancho a ver la tele, es más que probable que tome algunas galletas, un trozo de chocolate o un paquete de pipas para ver esa peli que en el cine acompañaría de palomitas.
- Los que trabajáis por turnos, la gran mayoría comentáis que el turno de noche es el que os descontrola las comidas, que sentís hambre a deshoras.
Así, los kilos de más no son solo cuestión de genética (podéis leer aquí el artículo «Un poco de genética»). La genética se ve influenciada por nuestro estilo de vida.
La predisposición genética se puede moldear, contrarrestar con unos buenos hábitos de alimentación, sueño y ejercicico físico. Sí, hay que estar pendiente de ellos. Y como no todos somos iguales, puede que mi vecino no se mueva más que de bar en bar, coma fatal y sus horarios sean de sereno, esté delgado y no tenga problemas de salud. Sí, también puede ser.
Hay quien no necesita ponerse el despertador por la mañana como tampoco necesita que nadie le indique el momento de ir a dormir. Pero algunos necesitamos ponernos el despertador más temprano de lo que nos gustaría para poder ir a trabajar, para poder cumplir con nuestras obligaciones diarias, y puede que también necesitemos ponernos un recordatorio para irnos a dormir (al final del artículo tenéis un ejemplo, que algunos recordaréis con una sonrisa). Así no solo estaremos más descansados sino que nuestras hormonas estarán mejor reguladas. Por no hablar de que ya no tendremos que resistir la tentación de comer esas galletitas…
Lo dicho, dormir se pondrá de moda. Y esta sí que va a ser una buena moda a la que os animo a todos a apuntaros.
Aquí os dejo los enlaces a diferentes estudios y artículos sobre el tema:
- http://www.nature.com/nutd/journal/v4/n10/full/nutd201437a.html
- http://revistageneticamedica.com/2017/04/07/habitos-del-sueno/
- http://ajcn.nutrition.org/content/early/2017/03/01/ajcn.116.147231.full.pdf+html
- http://conscienhealth.org/2017/04/is-sleep-becoming-fashionable/
- MI LIBRO – ¡A dieta! En la vida real
Todo el mundo comenta que, cuando tenemos una noche de insomnio, sentimos más hambre. Y es verdad que el primer instinto es pillar algo hipercalórico y dulce 😉 No hay nada como la regularidad y unos hábitos ordenados.
Eso es lo ideal!.