Claves para aprender a mantener el peso
- ¿Mantienes un peso estable? no hace falta que sigas leyendo este artículo.
- ¿Te gustaría mantener un peso estable? ¿Adelgazar y mantener el peso perdido? Porque ya has aprendido a comer lo adecuado para adelgazar (sin dejar de cubrir el resto de necesidades del organismo), y sabes que como no te cuides, el peso se recupera con facilidad. Ahora toca aprender a mantener el peso.
Te viene a la cabeza Ana, tu amiga, que hizo una vez una dieta, adelgazó y no ha vuelto a recuperar el peso. Y le ves que sale de cena, que hace planes y que no habla de dietas todo el rato.
¿Le preguntamos a Ana?
– Ana, qué bien te mantienes, ¡qué suerte!
– ¿Suerte? Bueno, suerte sería si yo no hiciera nada. Yo más bien diría que me cuido.
-Pero yo no te veo a dieta.
– No, a dieta ahora no. Hice dieta para adelgazar. Pero sé que si no quiero volver a engordar no puedo comer todo lo que me gustaría. Hago los planes que me surgen pero no me permito comer y beber todo lo que tengo oportunidad. Sí, es verdad que de vez en cuando bajo la guardia pero si me peso y veo que voy cogiendo, reculo y me pongo en guardia otra vez. He aprendido a comer bien en las comidas principales porque sé que si me entra el hambre, adiós.
¿Sabéis qué es lo que tienen en común Ana y las personas que consiguen mantener un peso estable después de adelgazar?
- Organización y orden con las comidas. No se saltan las comidas principales. Evitan pasar hambre. Saben que cuando tienen hambre es más fácil que entre ansiedad por comer. Y una vez que entra la ansiedad… ¿qué os voy a contar que no sepáis?
- Actividad física. Fijaos que no digo ejercicio físico. Porque igual no dispones de tiempo ni de ganas de hacer ejercicio. Pero, puedes subir y bajar andando las escaleras, ir andando a sitios, no estar toda la tarde tumbado en el sofá. Aunque el ejercicio físico sin cambios en la dieta no es suficiente para adelgazar, la actividad física sí es importante si queremos mantener el peso.
- Monitorizan su peso. Se pesan habitualmente 1 ó 2 veces por semana (recordad que aquí hablamos de mantener el peso. Porque para adelgazar no es recomendable pesarse más de una vez por semana). Si de una semana para otra el peso ha subido un poco, la semana siguiente toca estar en guardia. Aquí tenéis dos ejemplos que os pongo en la consulta:
Ejemplo 1:
Vas a trabajar y te encuentras con que alguien ha llevado pastas, y te gustan: ¿como o no como la pastita?
-En la báscula has visto que el peso se mantiene: vale, como la pastita.
-En la báscula has visto un resultado que no te ha gustado: vale, pues hoy no me como la pastita.
Si no sabes cómo está el peso, ¿qué criterio vas a seguir para comer o no comer la pasta? Pues la comerás porque te gusta. Y cuando al día siguiente venga otro con el pincho de tortilla, pues también porque está rico, y si luego por la tarde compras el pan en el camino a casa…
Ejemplo 2:
Has tenido un día complicado y llegas a casa un poco alterado. Abrirías ya mismo una bolsa de patatas fritas de esas que tanto te gustan.
-Si las tienes en el armario, adiós.
-Pero si no las tienes, no las comerás.
Sí, aprender a mantener el peso es aprender a convivir con un cierto cuidado para no dejar que el peso vaya para arriba.
Pero… la vida es la vida. Y puede haber circunstancias que hacen peligrar ese equilibrio entre me privo y no me privo, la mayoría de las veces por imprevistos. Ya sabéis, preocupaciones de todo tipo, disgustos… Y a diferencia del balancín de la foto, que aunque suba tiene un tope, cuando el peso empieza a subir, no hay tope.
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