Alimentando el cerebro

Hoy quiero hablaros de los beneficios que una correcta alimentación va a tener en nuestra salud física y también mental. Sí, mental: humor, estado de ánimo, nivel de ansiedad, estrés, capacidad de  aprendizaje… Interesante, ¿verdad?

Nuestro cerebro es un órgano muy activo que está trabajando constantemente. No solamente sirve para pensar, sino que de él salen las señales que hacen que nuestro organismo siga funcionando  incluso mientras dormimos. No para. Trabaja 24 horas al día los 365 días del año.

Original Idea: Food For Thought. Symbol Of Some Ideology.

Y para que su funcionamiento sea el mejor posible, es muy importante que aparte de proporcionarle nutrientes adecuados, evitemos proporcionarle tóxicos que le puedan dañar. Sabemos que una dieta inadecuada, con alimentos refinados y procesados con alto contenido en azúcar (pinchar aquí para leer: ¡Ojo con los azúcares ocultos!) aparte de favorecer diabetes, hígado graso,… también promueve la inflamación y el estrés oxidativo. Esto conlleva un deterioro de la función cerebral  y también un empeoramiento de los síntomas de las enfermedades mentales.

Por el contrario, una dieta adecuada, rica sobre todo en vegetales y frutas por su alto aporte de fibra, favorece el equilibrio de la flora intestinal (microbiota)(pinchando aquí accedes al artículo: Microbiota). Esto hace que las «bacterias buenas» refuercen el recubrimiento intestinal que actúa como una barrera evitando el paso de toxinas y «bacterias malas» hacia el cerebro. Cada vez hay más evidencias de la importancia de una buena dieta en la mejora de algunas enfermedades mentales como en el caso de la depresión.

Teniendo en cuenta que lo que comemos afecta directamente a la estructura y la función de nuestro cerebro, y en consecuencia a nuestro estado mental, pensemos también en nuestros niños. La capacidad intelectual tendrá su mejor rendimiento si les alimentamos bien y sin olvidar unas buenas pautas de sueño.

¿Y si probamos? Podemos prestar atención al efecto que producen en nosotros determinadas comidas, no sólo en el momento sino al día siguiente. ¿Cómo me encuentro después de 2 semanas limitando los ultraprocesados? Seguro que mucho mejor.

Para más información:

http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/26359904

http://www.health.harvard.edu/blog/nutritional-psychiatry-your-brain-on-food-201511168626

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  1. […] cenar juntos para amueblarnos la cabeza” podría servir de resumen de estos dos artículos: Alimentando el cerebro y La buena vida (podéis leerlos pinchando sobre […]

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  3. […] Y no olvidemos que además, una infraalimentación afecta no solo al cuerpo sino también al cerebro.(Podéis leer el artículo “Alimentando el cerebro” pinchando aquí) […]

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