Seinäjoki (Finlandia) – ¡Bravo por el trabajo en equipo!

Seinäjoki es un pueblo de Finlandia en el que hace 6 años casi 1 de cada 5 niños de 5 años tenía sobrepeso o era obeso. ¡Un 20% de los niños de 5 años!  Y entonces decidieron ponerse manos a la obra para hacer frente al ambiente obesogénico.

Suena un poco fuerte pero desgraciadamente vivimos inmersos en él. Pero, ¿qué quiere decir ambiente obesogénico? Fundamentalmente, que además del sedentarismo, están a nuestro alcance innumerables comestibles (que no es lo mismo que alimentos), que precisamente no son los más adecuados (pero que la publicidad, envases llamativos y la facilidad de su consumo, los convierte en muy atractivos) que son muy energéticos y que su consumo ha ido aumentando favoreciendo la actual «epidemia» de sobrepeso y obesidad.  Para los que me leéis semanalmente ya sabéis de cuáles hablo: ultraprocesados, en una palabra.

Podéis pinchar aquí Comida basura – ¿Adictiva? para leer lo que publiqué sobre este tema.

Si voy al cine, compro las palomitas (atendiendo al tamaño de las raciones serían «palomotas») y el súper refresco correspondiente; ahora como hace calor me tomo un helado, a poder ser en el establecimiento que, por el mismo precio, me da uno más grande; si estoy en casa viendo una peli y resulta que no tengo las galletas que me apetecen, pues bajo a la máquina esa que sea la hora que sea me atiende, y qué decir de las chuches de los niños…  Podemos comer todo el día.

Os voy a contar el caso de Seinäjoki en Finlandia:

Como os he avanzado antes, hace 6 años en Seinäjoki, casi el 20% de los niños de 5 años tenían sobrepeso o eran obesos. Hoy, el número de casos se ha reducido a la mitad. Y cómo lo han hecho? No ha habido varita mágica sino ganas de atajar un problema.

Para ello, han colaborado distintos departamentos municipales: salud, atención a la infancia, urbanismo, nutrición… aportando cada uno su granito de arena. Así, se mejoraron los patios escolares y se aumentó el tiempo dedicado a la actividad física en el colegio, se suprimieron los dulces y se mejoraron los menús escolares. Se intervino en la publicidad alimentaria destinada al público infantil, y también hicieron seguimientos de salud anuales en el colegio y se educó a los padres en el concepto de alimentación y hábitos saludables.

Y todas estas medidas en conjunto, han logrado que no sólo los niños de 5 años tengan mejores hábitos, sino también el resto de la familia, con la esperanza de que lo aprendido en este tiempo perdure. Porque este es el momento que nos ha tocado y tenemos que aprender a vivir en él.

Sirvan estas líneas para el merecido reconocimiento de este esfuerzo conjunto.

Aquí podéis leer el informe sobre el que me he basado para este artículo

http://www.who.int/features/2015/finland-health-in-all-policies/en/

foto: http://biblioteca.cesni.org.ar/references/55ba1e257b2b0cc2d89e7aeb

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *