Nutrición, dieta y medicina en la era digital
El ejercicio de esta profesión requiere una actualización constante, tanto de los últimos estudios y avances científicos como de todos los mitos y dietas mágicas que circulan por ahí. Es decir, hay que estar al día en lo positivo y en lo negativo.
Los que me conocéis personalmente sabéis que me gusta escribir a mano, con pluma, le doy importancia a la calidad del papel, pero sin olvidar la tecnología.
Actualmente estamos inmersos en la era digital y raro es el día en el que no aparecen inventos tecnológicos nuevos como apps y dispositivos, el último de ellos en forma de reloj (Apple Watch). A través de sensores que detectan cambios en nuestro organismo, desde el pulso y la tensión arterial, pasando por el nivel de glucosa, la cantidad de oxígeno arterial, el sueño, movimientos realizados y un largo etcétera (foto1) se puede tener un registro personal de distintos parámetros relacionados con nuestra salud. Esto nos permite poder involucrarnos activamente en la gestión de nuestra salud. Por ejemplo, la ventaja de poder ajustar las dosis de insulina en diabéticos según la medición en tiempo real del nivel de glucosa en sangre, o de controlar mejor un posible desfase dietético.
En un futuro cercano, es probable que las mediciones se hagan a través de chips que ingiramos o que circulen por la sangre.
La ventaja de estos dispositivos es que involucran al paciente en el cuidado de su salud o de su enfermedad. Está demostrado que un paciente diabético que registra sus valores de glucosa en distintos momentos del día, controla mejor la enfermedad.
Y, ¿dónde nos deja toda esta tecnología a los médicos y profesionales de la salud?
En mi caso, aparte de las cuestiones médicas y sobre todo con el tema nutricional y del peso, no pocas veces he sido receptora de historias que ante un momento de debilidad, o de felicidad habéis querido compartir conmigo. Y tengo que decir que sé positivamente que la sonrisa, el abrazo reconfortante o la mirada, el sentir que os escucho, no lo da ningún sensor ni aparato tecnológico.
Porque cada uno somos únicos y nuestras circunstancias varían, porque nosotros no somos máquinas y las reacciones ante un mismo estímulo pueden ser distintas según el contexto: no podemos olvidar el factor humano.
Y después de tanta tecnología e innovación, que están muy bien y tanto nos pueden ayudar, resulta que como os he dicho al principio, a mi me sigue gustando escribir a mano, en buen papel ¡y además con pluma!
Aquí tenéis los artículos que me han inspirado para escribir este post y de donde proviene la Foto 1.
http://www.washingtonpost.com/sf/national/2015/05/09/the-revolution-will-be-digitized/
El artículo de esta semana me ha gustado mucho porque hace referencia a algo que es fundamental para mi: la cuestión emocional a la hora de perder peso. Algunos, cuando tienen un disgusto o pasan por una temporada especialmente difícil, canalizan su ansiedad a través del tabaco, otros a través del alcohol, las drogas, etc y luego estamos a los que nos da por comer. Por eso es tan importante que la consulta sea también, y en la medida de lo posible, un espacio en el que el profesional te escuche y acoja lo que le cuentas. A mi, desde luego, me ayuda mucho saber que estás ahí porque poco a poco me estás ayudando a regularme con la comida en los momentos difíciles. Me das claves que luego intento recordar en las situaciones complicadas, aunque no siempre lo consigo.
Un ordenador, una app o un súper apple watch jamás me darán nada de todo esto. Tampoco me interesa. Prefiero que sigas estando tú y me ayudes a conseguir disfrutar de la comida y no usarla como refugio de mis problemas.
También me siento muy escuchada por la doctora Zuliaga.Yo no solo quiero adelgazar.. quiero aprender a cuidarme y a quererme y me gusta el enfoque que tiene de entender nuestras descompensaciones tan humanas..Gracias Silvia
Gracias a ti Lurdes por este comentario de agradecimiento!