Cuento de Navidad
Érase una vez una familia reunida para celebrar la Navidad. Un año más María teme estas celebraciones. ¿Cómo es posible que siempre acabe comiendo y bebiendo de más y encima haciéndolo sin ganas? Se pregunta.
Ya están todos reunidos y, tras bendecir la mesa, empiezan todos a servirse y a pasar bandejas. María se sirve espárragos, luego va a por los langostinos, los boquerones…pero ya empieza su madre: «María, come este chorizo que han hecho los tíos del caserío que ya harás régimen otro día» (¡pero si yo no he dicho nada de estar a régimen!) «y los parientes de Galicia han mandado esta empanada que está riquísima así que te pongo un trocito».
«¿Cómo?» dice su hermana. «¿Otra vez a régimen? Venga, venga come esta ensaladilla que ya hay que acabar y a ti te encanta».
«¡Ah! ¿Pero no puedes comer ensaladilla?» dice su cuñado. «Pero si es verdura» (sí, ¿y la mayonesa?) «Chica, total ¿qué mal te va a hacer este poquito? Venga, un poquito más, que a ti te encanta la ensaladilla» (¿por qué solo me lo dice a mi?)
Y ya en el postre, otra vez su madre: «María he preparado la Selva Negra pensando en ti. Como tiene piña ya podrás comer, ¿no?» (sí… piña, y harina, y azúcar, y chocolate, y nata…)
Después llega el brindis y los turrones y demás dulces, y cuando ya parece que la cena llega a su fin, «María acábate este trocito que voy a retirar esta bandeja».
No, no que mañana tenemos más y luego… «Chica», dice su hermana, «ya te has comido unos 5, ¿qué te va a hacer uno más?» (lleva la cuenta de los que me he comido; ella, que dice que come todo lo que le da la gana y que no engorda, solo se ha comido ¡UNO!, sí, yo también se los he contado).
Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
¡Feliz Navidad! ¡Eguberri on!
Eguberri on, Silvia!
Baita zuri ere!
ONDO PASA GABONAK!!!
Eta bai, ipuina egi biribila da!
Muxus!!!!
Eskerrik asko Izaskun, eta Urte Berri On!
Jajajaja,tu historia real como la vida misma.
Contada tal y como suele ser.
El comentario de la piña, en la selva negra,genial.
EGUBERRION Sílvia y que sigas enseñandonos tanto.
Me parece a mí que si nos confundimos de casa y aterrizamos en casa ajena, no notaríamos mucho la diferencia, verdad?
Eguberrion Ainhoa!!!