Carne roja, carnes procesadas y riesgo de cáncer colorrectal

Actualidad obliga. ¡Qué revuelo! ¿Que la carne puede provocar cancer? Como el alcohol, el tabaco, el sol, la contaminación…..

El 26 de Octubre la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC), la agencia sobre cáncer de la OMS, emitió una nota de prensa en la que evalúa el consumo de la carne roja y de la carne procesada. En ella dice que las carnes procesadas son carcinógenas y la carne roja probablemente lo sea también (se evaluó para el cáncer colorrectal). Esto se sabe desde hace varios años, por cierto.
Pinchando aquí podéis leer esa nota de prensa

La IARC llama carne procesada a toda aquella carne que se ha transformado a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación. La mayoría de las carnes procesadas contienen carne de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre. Ejemplos de carnes procesadas incluyen frankfurters (perros calientes/hot dogs/salchichas), jamón, salchichas, carne en conserva (corned beef), y cecina o carne seca, así como carne en lata, y las preparaciones y salsas a base de carne.

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Carne roja se refiere a todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra.

El informe también dice: “Para un individuo, el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal por su consumo de carne procesada sigue siendo pequeño, pero este riesgo aumenta con la cantidad de carne consumida”. Pero parece que este párrafo ha pasado desapercibido y, 4 días más tarde, después de propagarse mensajes alarmistas y sensacionalistas, la OMS ha emitido el siguiente comunicado:

«Tras recibir una serie de consultas, expresiones de preocupación y solicitudes de aclaración”, ha recordado que la revisión de la IARC va en la misma línea de las recomendaciones realizadas por la OMS en 2002, dentro de su informe ‘Dieta, nutrición y prevención de enfermedades crónicas’, que aconseja a la población el consumo moderado de carne para reducir el riesgo de cáncer.

“La última revisión de la IARC no pide a la gente dejar de comer carne procesada, pero indica que una reducción de consumo de estos productos puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal”, añade.

Podéis leer este comunicado pinchando aquí

CONCLUSIÓN:

Un mensaje tranquilizador: Estamos expuestos inevitablemente a factores carcinógenos como el sol, pero eso no quiere decir que vamos a desarrollar un cáncer de piel. Esto dependerá del tiempo de exposición, de la duración, de otros factores coadyuvantes así como de la predisposición genética.

Hay que tener en cuenta que en estos estudios se asocia el consumo de carne roja y procesada a un mayor aumento de cáncer colorrectal (no es lo mismo asociar que causar). Porque a lo mejor es que el consumo excesivo de estos alimentos va en detrimento de un consumo adecuado de frutas, verduras, legumbres, frutos secos, huevos, pescado. Se sabe que las dietas que incluyen una mayor cantidad de vegetales están asociadas con una mayor longevidad y vitalidad y menos enfermedades crónicas incluyendo el cáncer.

¡Atención!, porque no sería buena idea cambiar el bocata de jamón por unas magdalenas o por unos «bollitos».

Así que no, no es malo comer una chuleta, pero conviene recordar que es aconsejable que el patrón alimentario sea variado.

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