MICROBIOTA
Esta palabra que suena un poco a insulto se utiliza para hablar de la flora intestinal y de todos los microbios o microorganismos (que es lo mismo) que viven en otras partes de nuestro cuerpo como la piel, la boca, las vías respiratorias….
¿Y cuáles son estos microbios? Pues bacterias, virus, hongos, arqueas… Seguro que os suenan enfermedades como la salmonelosis, que es debida a una infección producida por una bacteria y cuyos síntomas principales son diarrea acompañada por un gran dolor abdominal.
Pues bien, aparte de las bacterias que producen enfermedades, también hay un gran número de microorganismos beneficiosos. Un buen equilibrio entre todos ellos contribuye a nuestra salud.
Dibujo que representa distintos microbios (buenos y malos)
En los últimos años, gracias a los avances en la secuenciación del ADN se han descubierto microorganismos que ni se sabía que existían. El proyecto microbioma humano pretende conocer y clasificar todos los microbios que habitan en nuestro organismo y ver cómo afectan sus cambios en nuestra salud.
Se sabe que el sistema inmune no se desarrolla correctamente sin las señales de los microbios de la piel, que los microbios están relacionados con la obesidad y también con varias enfermedades inflamatorias y autoinmunes. Un desequilibrio entre todos estos microbios está relacionado con problemas de alergia, obesidad, salud cardíaca, ansiedad, depresión, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa…
Seguro que os sorprende saber que tenemos diez veces más microbios en el organismo que células humanas (se está revisando si esta proporción es correcta, lo podéis leer aquí ), así que es fundamental que tengamos un buen equilibrio con ellos. La alimentación de la madre durante el embarazo, el tipo de parto, la lactancia materna, los antibióticos que hayamos necesitado y el tipo de alimentación que llevamos, entre otros, contribuyen a que nuestra microbiota esté en mejor o peor estado.
¿Y cómo se alimentan? Cuando nosotros comemos, al intestino grueso (que es donde más microbios hay) le llegan los alimentos que nuestras enzimas digestivas no han podido digerir, como la fibra soluble, los almidones resistentes y algunos oligosacáridos. Los microorganismos ayudan a su digestión, producen algunas vitaminas y también ayudan a mantener en buen estado el recubrimiento de la pared intestinal.
En resumen, según el tipo de dieta que llevemos, alimentamos un grupo u otro de microorganismos. Las bacterias beneficiosas se alimentan sobre todo de fibra, y los productos finales del metabolismo de la fibra ayudan a mantener en buen estado el recubrimiento de la mucosa intestinal; si este recubrimiento no está en buen estado, se habla del intestino permeable, que es una patología que permite una filtración de diversas sustancias a través de la pared intestinal que pueden tener repercusión en órganos como el cerebro. Enfermedades como la ansiedad y la depresión se relacionan con el intestino permeable.
Así que es importante un buen aporte de fibra en la dieta diaria para mantener un intestino en buenas condiciones.
Y para acabar, ¿cuál de estos 2 tipos de comidas os parece que puede favorecer el desarrollo de microbios beneficiosos?
IMAGEN 1 IMAGEN 2
Parece obvio que la respuesta correcta es IMAGEN 1
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